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Uno de retos que ocupa a las familias y personas en condición de discapacidad, es el desarrollo de su independencia en lo que se refiere a las actividades de la vida diaria. El desarrollo de estas habilidades es esencial para todas las personas, independientemente de su edad, capacidad física o condición de salud, pues son fundamentales para llevar a cabo tareas cotidianas y fomentar la independencia de forma segura.
La implementación del programa de desarrollo de habilidades de la vida diaria involucra a profesionales de la salud, como terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, fonoaudiólogos y otros especialistas, dependiendo de las necesidades específicas del individuo. Dicho programa es adoptado acorde con la edad, las capacidades y las metas individuales.
Entre las habilidades de la vida diaria que se desarrollan en niños y en adultos podemos destacar:
Autocuidado (vestirse, asearse, peinarse, etc.); habilidades sociales (saludar, compartir, esperar y expresar necesidades, etc); alimentación (manipulación de utensilios, comer con autonomía, etc.); habilidades motoras (gruesas y finas, para manipular objetos pequeños y realizar actividades manuales).
Cuando se trata del desarrollo de habilidades de la vida diaria en adultos, entonces se incluyen otras habilidades tales como: autogestión, planificación y organización, manejo del tiempo y dinero; cocina y nutrición habilidades culinarias básicas, habilidades domésticas como limpieza, lavandería, mantenimiento del hogar, comunicación efectiva, tanto verbal como no verbal, para la interacción social, transporte y movilidad. En el mismo orden, el desarrollo de habilidades de la vida diaria en pacientes con condiciones de salud específicas, regularmente conlleva un análisis de la condición y un abordaje multidisciplinario.
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